lunes, 15 de marzo de 2010

Pues déjame que te cuente. Probablemente ya te enteraste que tenía un buen sin escribir. De hecho, te agradezco que aún te des la vuelta por acá después de casi siete meses (con un par de agregados que no hacen verano)y que me des la oportunidad de platicarte.

Resulta que allá por los últimos de agosto terminé con la escritura (enésima reelaboración) de un libro de español para secundaria. Fue un proceso muy desgastante porque terminé escribiendo prácticamente solo y al final de cuentas tuvieron que ayudarme con las últimas lecciones para poder terminar en tiempo. Se trató de un proceso que me desgastó física y emocionalmente, pues originalmente lo inicié cuando recién me recuperaba de mi operación por cáncer y aún estaba en la incertidumbre de lo que ocurriría (sí; transcurrireron tres años). El libro ya concluido se envió a la SEP para su dictamen, pues ellos tienen que aprobar su pertinencia para ser comprado y usado en las secundarias.

Consecuencia de ese proceso tan (déjame decirlo así) doloroso, fue una especie de incapacidad crónica para escribir. Pues nada, que me encontraba frente a la página en blanco y me entraba una astenia espantosa. Y fue algo lamentable, porque en el inter he dejado de escribir varias cosas que ya deberían estar terminadas, como mi tesis o un par de artículos que tengo pendientes.

Resulta que a mediados de febrero se emitió el dictamen para el libro y resultó favorable, aunque con una serie de aspectos a corregir que significaron un nuevo periodo de reescritura. Y fíjate que ahí no me costó trabajo ponerme a escribir, pero lo hice a mano, en el reverso de hojas ya impresas, con pluma de tinta morada. Es algo que hace mucho tiempo no hacía: escribir a mano. Claro que al pasarlo a computadora no solo se transcribe, sino que se va reelaborando, pero eso ya es otra cosa de la que luego te platicaré.

A este momento, aún no concluye le proceso de revisión y corrección, pero no le falta mucho. Vendrá después la tarea de escribir los siguientes libros (el dos y el tres, pero ahora con el apoyo de amigos) y retomar, ahora sí, mi tesis de maestría, y escribir los artículos comprometidos. Pero, ¿sabes algo?; me siento listo para hacerlo. Creo que puedo volver a escribir y, como siempre, los blogs serán mi laboratorio de prueba y, bueno; pues por acá estaré más seguido. A partir de ahora y en lo sucesivo.

Gracias por no olvidarte de los amigos y espero seguir platicando contigo.

Te cuidas.