viernes, 2 de enero de 2009

Ya volvió el Plisdongo. Resulta que mi perro se fugó de casa el 24 de diciembre en la noche, y cuando ya lo dábamos por perdido volvió; el 1 de enero en la madrugada, para ser más precisos.

Francamente, yo ya lo daba por perdido. Incluso ya casi había aceptado la oferta de Lucy para adoptar un pequeño french poodle que no tiene futuro en su casa. Pero mi perro volvió. Flaco ojeroso, cansado y sin ilusiones; incluso bastante llorón y tal vez un poco maltratado, pero regresó.

Me da gusto, pues su presencia me da más tranquilidad para dormir. Se lo he dicho a mi esposa: cuando no hay perro, el perro soy yo. Quiero decir que me cuesta trabajo dormir en las noches y es fácil que cualquier ruido me despierte. En cambio, cuando tengo un perro en el patio duermo a pierna suelta

Para los registros. Se fue el 24 de diciembre de 2008 a las 17:00 horas, y regresó el 1o. de enero de 2009 a las 5 de la mañana.

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