miércoles, 23 de julio de 2008

Ya llevo tres exámenes pasados a partir del lunes. Primero fue Teresita, que hizo una presentación aceptable y que respondió de manera también aceptable a las preguntas de Gloria y de Carmen, que integraron el jurado junto conmigo; la aprobamos por unanimidad. Después siguió Liz, que hizo una excelente presentación y una defensa apasionada de su punto de vista, por lo que nos impresionó lo suficiente como para otorgarle la unanimidad y la felicitación. Me gustaron mucho las preguntas de Gloria; se nota que está bien compenetrada con el sentido formativo de la institución, la carrera, el último año, el documento y el examen profesional. De Carmen no puedo quejarme, pues hizo preguntas precisas y reflexivas, aunque me parece que abusó un poco de las preguntas conceptuales ("qué es", "qué significa", etc.), lo cual -pienso- está fuera de lugar.

Ayer presentó Cristina. Su presentación del tema fue mala, porque la bruta se aprendió de memoria el guión y lo estuvo recitando, además de llevar unas diapositivas con errores que se suponía que ya había corregido. Lo bueno fue que en su interrogatorio recuperó un poco la compostura y le alcanzó para aprobar el examen. Ahí estuvieron en el jurado Gilberto y Martha mi exalumna que no me puede ver. El interrogatorio de Gil fue bueno, reflexivo, yo diría "escarbante", que obligó a la flaca a hacer un ejercicio de instrospección al que no está acostumbrada. Martha no fue más allá de las formas; todas sus preguntas y observaciones giraban en torno al documento, su formato y su contenido. Lo malo es la intención con que se estaba moviendo: estaba tratando de encontrar o provocar el error en vez de la reflexión.

El problema es que ella es una de las muchas personas atrapadas en el dogmatismo del documento como equivalente a una tesis, y creen (de verdad creen, no es por mala intención)que ese documento representa la síntesis de la carrera, sin darse cuenta de que la verdadera riqueza se encuentra en la experiencia docente. Ni hablar. Cris aprobó, pero el examen no me dejó un buen sabor de boca.

También estuve con un alumno de Gil, Inti, que hizo una presentación muy buena y una muy buena defensa. Me gustó. Incluso me gustó la actitud de Martha que en este segundo examen demostró que puede ser mas reflexiva. Inti habría alcanzado la felicitación de no haber traído un promedio tan bajo; digo, tampoco es como que sea más fácil encontrar plaza porque traes una mención honorífica en tu acta, pero supongo que les estimula de alguna manera.

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