miércoles, 4 de marzo de 2009

De pronto me da la impresión de que los maestros estamos condenados a reproducir modelos elitistas. El día de ayer reflexionabamos, Lucy y yo, la manera en que las llamadas Prácticas Sociales del Lenguaje en torno a las que se organiza el currículum de español en secundaria no son sino un reflejo de los designios de los grupos dominantes de la economía y del poder en el país. Es decir, estamos enseñando a los estudiantes a hacer cosas que se encuentran descritas de acuerdo a estándares que poco o nada tienen que ver con sus necesidades reales de aprendizaje y desempeño social.

Por poner un ejemplo, al enseñarles a revisar y leer críticamente el periódico estamos obligados a trabajar con periódicos socialmente prestigiosos, como el Norte o el Milenio. Líbrenos el Santo niño de Atocha y la Prurítica Encarnación de darles a leer el Metro, el Extra o la Rocka, porque se trata de productos culturalmente no aceptables... ¿por quién? Por el modelo estandarizado de cultura que ha sido impuesto por los grupos de poder y que se reflejan en los programas y materiales educativos.

Otro caso. Ya te he comentado que estoy trabajando en la elaboración de textos didácticos; pues bueno, en esta ocasión no me fue muy bien, pues no recibí la aprobación oficial, pero entre las observaciones que recibí destacan algunas que censuran situaciones como recomendar el uso de Wikipedia, mencionar las abreviaciones y emoticones de uso frecuente entre los jóvenes al enviarse sms por teléfono o escribir en los diferentes logs, etc., o proponer la lectura de textos que incluyen la presencia de algún grado de violencia en el contenido o en el vocabulario (un mito donde Zeus le parte el queso a los titanes que se comieron a su hijo, o un cuento donde un niño dice que la bella Dorotea es calva como sus nalgas).

El punto es que los criterios de lo "correcto" no están determinadas por las prácticas sociales reales, pues dichos periódicos existen, los wikis se han convertido en las bases sociales de conocimiento con mayor expansión y con más nivel de confiabilidad (tienen muchísimos editores revisando su veracidad), las prácticas de escriturade los jóvenes son reales y de uso frecuente, los mitos fueron creados con esas características por una razón, el vocabulario de los textos literarios es reflejo de los vocabularios reales... en fin; estamos proscribiendo prácticas reales de uso del lenguaje por razones que no se justifican por los criterios socioculturales que debieran de aplicarse.

Pero, ¿será posible que exista una educación realmente social y democrática? No lo creo. No ahora. No en mucho tiempo.

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