martes, 11 de noviembre de 2008

Yo no sé si es exceso de entusiasmo de gente que se para en un ladrillo y se marea o si realmente estamos presenciando un nuevo acto de autoflagelación. Lo cierto es que parece que mi Escuela Normal está llena de gente que no sabe ganar.

Te pongo en contexto. Resulta que desde que llegó, la administración actual ha enfrentado una crisis permanente en torno al logro de resultados. La principal razón ha sido la falta de planeación y de diálogo. Así las cosas, un día, hace un par de años, el asunto más importante que se ventilaba era el tiempo de estancia de los maestros, no su productividad o eficiencia: su estancia. A tal fin se comenzaron a implementar una serie de medidas, a cuál cada vez más absurda, para contabilizar el tiempo que duran los maestros en la escuela. En el inter, en cambio, no se ha generado un solo programa académico coherente y con seguimiento.

El epítome del absurdo llegó cuando se generó una nueva jefatura encargada del control de asistencia que, no teniendo una misión más clara ni competencia sustentable para más, se ha dedicado a cometer actos de intimidación y de hostigamiento contra los docentes, por medio de circulares, memorandums y oficios donde "advierte" sobre las consecuencias de no seguir sus indicaciones.

Fuera de la megalomanía de este personaje, otros proyectos habían comenzado a arrancar después de tanto tiempo. Por primera vez en varios años tuve la oportunidad de ver algunas academias metidas en el trabajo de cumplir con las peticiones de la subdirección académica (indicadores y reactivos). Por primera vez en años pude observar cómo se comenzaba a sistematizar efectivamente el manejo de la información relacionada con la docencia. Organización y generación de bases de datos. Recopilación y seguimiento de productos. Asignación de responsabilidades concretas, toma de compromisos (con plazos) por parte de gente que nunca había aceptado hacerlo. En fin, poco a poco, pero se veía que la cosa comenzaba a moverse; poco espectacular, pero eficiente.

Es cierto que la directora está muy enojada porque los maestros no hacen quiensabequé que deberían de hacer de acuerdo con quiensabequeplandetrabajo que nadie conoce.

Hoy se ha ido todo por la borda. En uno de esos inexplicables actos de autosabotaje que han marcado el sino de la presente administración, se recurrió una vez más al choque y a la generación del malestar. El ya mencionado funcionario comenzó a repartir oficios en donde se atreve a evaluar el desempeño de los docentes a partir de sus listas de asistencia, y les espeta un porcentaje de rendimiento/asistencia que, obvia decirlo, está más cargado de mala leche que de un ánimo por mejorar el servicio de la institución.

¿Quién querrá seguir trabajando por sacar adelante cualquier proyecto en esta escuela, ahora que una vez más se nos ha espetado que lo más importante no es hacer, sino estar ahí? ¿Alguien estará tranquilo ante la amenaza de descuentos o de actas administrativas en contra? ¿Esa es la forma correcta de promover el trabajo por la Institución? Creo que alguien no tiene clara la idea. Ninguna.

Ese es el estilo que espero que no dure ya mucho tiempo y que tanto daño la ha hecho a la ENSMSG. Te aseguro que la Normal es otra cosa. Y espero que tengas oportunidad de verlo algún día. Cuando se vayan.

Pronto, de preferencia.

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